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El huracán Matthew, en su paso terrorífico por el territorio de la República de Haití, dejó, por lo menos, 900 fallecidos, 500 mil damnificados, decenas de miles de viviendas destruidas e incuantificables daños materiales, que se vienen a sumar a los efectos catastróficos del terremoto ocurrido en el año 2010, que no han sido superados del todo.
Los guatemaltecos hemos sufrido en carne propia los efectos de estas devastaciones naturales. Los terremotos ocurridos el 4 de febrero de 1976, el 7 de noviembre de 2012 y el 7 de julio de 2014, que redujeron a ruinas las zonas afectadas, causaron la muerte a miles de personas y dejaron innumerables damnificados, están grabados en nuestra memoria, así como la enorme destrucción y mortandad que dejaron a su paso el huracán Mitch y las tormentas tropicales Stan y Agatha.
Nadie puede sentirse ajeno o inmune a las catástrofes naturales. Todos somos ciudadanos del mundo, al fin de cuentas, y tarde o temprano tenemos que enfrentar las fuerzas de la naturaleza (terremotos, maremotos, huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones, etcétera).
Hoy son los haitianos los afectados, ayer fueron los mexicanos, los estadounidenses y los sudamericanos, anteayer los asiáticos, los africanos o los europeos, y mañana podríamos volver a ser nosotros. ¡Que Dios nos libre!
Así como el pueblo y gobierno haitiano se han solidarizado con el pueblo guatemalteco en nuestros momentos de pena, desesperación y angustia, después de haber sufrido los efectos destructivos y mortíferos de la naturaleza, hoy los guatemaltecos nos solidarizamos con el pueblo haitiano, especialmente con las víctimas directas de la tragedia, así como exhortamos a este golpeado y sufrido pueblo haitiano a que, con fe y esperanza en Dios, se sobrepongan al infortunio, a la desgracia y al dolor.
Elevamos nuestras oraciones al Creador por los fallecidos y por los que están sufriendo, para que les dé fortaleza espiritual y les ayude a encontrar la resignación y a recuperar el optimismo y la esperanza, así como pedimos a la comunidad internacional que incondicionalmente vuelque todo su apoyo y asistencia a Haití.
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El préstamo busca fortalecer la seguridad alimentaria y generar ingresos en Guatemala, El Salvador y Honduras.
Para las organizaciones el informe fue negativo y no representó avances y aspectos de seguridad.
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