FIFA-Gate
Y la corrupción en el fútbol.
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Y la corrupción en el fútbol.
La semana pasada nos trajo un #JuevesDeLoretta. La Fiscal General estadounidense, Loretta Lynch, presentó la ampliación del caso de corrupción del fútbol mundial, conocido como FIFA-Gate. En el mismo, se acusó a Brayan Jiménez, Héctor Trujillo y Rafael Salguero de recibir sobornos de Media World –una agencia de mercadeo norteamericana– a cambio ceder los contratos de mercadeo y televisión para los partidos de la Selección de Guatemala.
Por si fuera poco, también se les sindica de utilizar el sistema financiero norteamericano para mover el dinero ilícito. Jiménez y Trujillo habrían facilitado cuentas en Bank of America, Citibank y Chase, para luego transferir los fondos a cuentas locales registradas a nombre de una agencia de viajes y una constructora (el nombre de las cuales aún no ha sido revelado por el FBI). Las cuentas de la empresa de construcción habrían sido facilitadas por un personaje denominado “Co-Conspirator #19”, cuyo nombre tampoco aparece en la acusación, pero a quien se le identifica como “un alto oficial de la Fedefut”. Este dato resulta revelador, puesto que podría implicar que aún hay guatemaltecos pendientes de ser acusados.
Pero esto no acaba aquí. El caso de Media World es tan solo el último en una cadena de corrupción. El FBI investiga la posible entrega de sobornos a presidentes de asociaciones a cambio de otorgar a Sudáfrica, Rusia y Catar las sedes de las Copas Mundiales del 2010, 2018 y 2022. También se investigan escándalos por arreglo de partidos, y vinculaciones de autoridades con personajes del mundo de las apuestas, lavado de dinero y crimen organizado.
Muchas de estas acusaciones ya habrían salido a la luz en investigaciones periodísticas. La más relevante de ellas, una investigación de Andrew Jennings, de la British Broadcasting Company (BBC) del año 2010, en la que denunciaba el pago de sobornos por cientos de millones de dólares de parte de agencias de mercadeo a cambio de los derechos de transmisión; además de anomalías en los procesos para adjudicar la sede de las Copas Mundiales 2018 y 2022.
Entretanto, en Guatemala, las denuncias de corrupción en el fútbol tampoco han faltado. Irregularidades en el manejo de la asignación presupuestaria a la Federación, o de la administración de los fondos privativos por los contratos de transmisión televisiva son la punta del iceberg. Asimismo, en diversos espacios de análisis deportivo, se ha denunciado la relación de autoridades con redes criminales. Recientemente, elPeriódico y el medio digital Antorcha Deportiva recordaron la relación familiar de Milton Mendoza –Vocal I y Presidente interino de la Fedefut–, con Haroldo Mendoza Matta, señalado por CICIG y el MP de dirigir una red criminal dedicada a cometer asesinatos, robo de propiedades y secuestros en Izabal y Petén. La familia Mendoza, –por cierto– estaría vinculada a varias empresas de construcción.
En el caso de la FIFA, las denuncias periodísticas abrieron la puerta para destapar el caso que hoy sacude al fútbol mundial. En nuestras latitudes, diversas denuncias periodísticas han hecho lo mismo con el fútbol nacional. Quizá sea momento para que el Ministerio Público investigue los señalamientos que ensombrecen el deporte favorito de los guatemaltecos.
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