La semana pasada los males de la Caja de Pandora invadieron el Organismo Judicial y llegaron a poltronas muy altas como la de un magistrado de la Sala Tercera de Apelaciones, de nombre Erick Gustavo Santiago de León, saliendo a luz detalles de un diferendo comercial que involucra una empresa familiar chapina, de nombre YaEstá, y un conglomerado tico, de nombre FIFCO, con capital público a través de la bolsa de valores, y que hizo sus primeros millones con el lucrativo negocio cervecero, y hoy se encuentra abanicado en múltiples actividades, incluyendo la hotelería y, por cierto, los frijolitos Ducal. El diferendo es parte de comunes litigios que se observan todos los días en los mercados, como producto de la dura competencia entre empresas, la manipulación de las marcas y los errores o falta de creatividad que cometen las agencias de publicidad, desesperadas por sus comisiones y por conquistar el