“Outsider” e independiente
El único que aspirar al nicho de “externo antisistémico” es AMLO.
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El único que aspirar al nicho de “externo antisistémico” es AMLO.
El panorama electoral en países cercanos a nosotros o ajenos a nuestra ubicación geográfica pero no cultural encierra una característica común. En Estados Unidos, Gran Bretaña, Guatemala, España, Holanda, Suecia y Grecia, el personaje, partido o movimiento antisistema, o antiestablishment, o antipartidos tradicionales canaliza el descontento de sociedades golpeadas por los efectos de la crisis de 2009, y por la distancia e insensibilidad de sus instituciones y clase política ante demandas legítimas. En EE. UU. los outsiders son Trump, Carson, Fiorina del lado Republicano; de Sanders por los Demócratas. En Guatemala es el cómico ganador de la primera vuelta, Jimmy Morales. En España Podemos y Ciudadanos, en Grecia Tsiriza, en Holanda y Suecia los partidos racistas, en Inglaterra el nuevo líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn (casado con mexicana). Si las mismas causas suelen surtir los mismos efectos, debe producirse un fenómeno semejante en México, camino al 2018. Ni el
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