¿Derrocó la CIA a Pérez Molina?
Pensamientos disímiles confluyen en la idea.
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Pensamientos disímiles confluyen en la idea.
Me parece natural que el claudicante Pérez Molina, sostenga aquella peregrina hipótesis, busca salvar su imagen histórica –hecho imposible por cierto– y por sobre todo, aliviar su autoestima y los rastrojos de su maltratado linaje. Un General con ínfulas nacionalistas, que no exhibió en el ejercicio del poder; nunca pasó de aquella frase propagandística –ahora– hace diez años: la revolución patriota y haber creado una estructura partidaria basada en células. Aquello fue un señuelo electoral y una fórmula organizativa aprendida a fuerza de tortura a cuadros de la izquierda en las ergástulas de la antigua Escuela Politécnica. En el ejercicio del poder, nunca dictó medidas en favor de los millones de familias pobres de este país. Así que esto de la CIA detrás de la silla Presidencial no es más que una pose en momentos de angustia; un intento de borrar la vergüenza de ser defenestrado por vulgares hechos de
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