Cuando el árbol cae
Y para complemento de la sentencia popular ¡Ay de los caídos!
Publicidad
Y para complemento de la sentencia popular ¡Ay de los caídos!
Ninguna obligación tenía de renunciar el expresidente Otto Pérez Molina, siendo la renuncia –por su propia naturaleza– un acto absolutamente voluntario. Podía no haber renunciado –hubiera estado en ley– y, sin embargo, lo hizo. De conformidad con esta, ni el antejuicio declarado con lugar, ni la detención provisional, ni la preventiva, ni la vinculación a proceso, podían separarle del cargo que tenía sino tan solo de su ejercicio y, en consecuencia, pudo seguir siendo Presidente hasta que concluyera su mandato o se produjera sentencia en contra suya. Si no hubiera renunciado, aunque en prisión preventiva y vinculado a proceso, hubiera seguido siendo el Presidente de la República, si bien suspendido en el ejercicio del cargo, y el Vicepresidente hubiera continuado en esa calidad: Vicepresidente en ejercicio del cargo de Presidente, por ausencia temporal del titular, lo que hubiera impedido que pudiera proponerse una terna vicepresidencial y que el Congreso eligiera
Publicidad
Publicidad