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El colapso financiero de Grecia, a raíz de un abuso del gasto público y del endeudamiento (que asciende a 177 por ciento del PIB), debe llamarnos a la reflexión, ya que, guardando las distancias, por supuesto, es hacia donde nos llevan los gobiernos populistas, basados en presupuestos estatales desfinanciados, gasto público incontrolable, despilfarro, opacidad y corrupción. El Gobierno griego, de corte populista, trató de evitar el cumplimiento de sus compromisos y obligaciones, a través de una maniobra política, que se materializó con la convocatoria a un referendo en Grecia cuyo objetivo fue instar a la población a oponerse a los términos de pago que exigían los acreedores, lo que logró. Empero, eso no impidió que finalmente el régimen del primer ministro griego, Alexis Tsipras, tuviera que acepar las condiciones de pago que le impusieron los acreedores para que Grecia pudiera permanecer en la Zona Euro. Las condiciones de
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