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Durante los sábados de las últimas semanas, decenas de miles de guatemaltecos han salido a las calles a manifestar su descontento con el sistema político. Esta semana, el martes, fuimos testigos de otra manifestación. Miles de guatemaltecos, representando a cientos de miles, fueron al Parque de la Industria buscando empleo. La larga cola evidenciaba los problemas de nuestra economía. Así como el sistema político del país está colapsado, así también lo está nuestro sistema productivo. Seamos claros: una economía que apenas le ofrece empleo formal a un diez por ciento de sus jóvenes es una economía que no funciona bien.
Podemos y debemos seguir hablando de las mejoras al sistema educativo, de mejores carreteras y puertos; y de la importancia de mantener la estabilidad macroeconómica. Pero hay un problema. Esa ha sido la receta de las últimas décadas, pero ha sido insuficiente. Claro, hemos evitado repetir los desastres macroeconómicos de 1980; y, las mejoras educativas han permitido un tímido avance de la clase media. Sin embargo, la oferta masiva de empleos de calidad no ha ocurrido. Por ello, necesitamos agregar algo más: impulsar la ciencia y la tecnología para que ayude a incrementar la productividad de las empresas del país. Varios de los candidatos, así como sus planes de gobierno, han reconocido que es necesario impulsar el desarrollo tecnológico para hacer despegar al país. Esto, unido a las iniciativas favorables a mejorar la competitividad del país, debiese guiar la política económica del Gobierno. Pero no podemos caer de ilusos. También el Partido Patriota en su plan de gobierno reconoció el rol esencial de la tecnología para el desarrollo del país y logró poco o casi nada. Las palabras se las ha llevado el viento. Por eso necesitamos exigir de los candidatos cosas más concretas. Necesitamos saber sobre el equipo que los apoyará, cómo van a financiar sus planes de desarrollo tecnológico y cómo van a garantizar que las instituciones encargadas van a contar con personal competente y de primer nivel. Esto le conviene a los candidatos. De lo contrario, el próximo gobierno verá cómo, a los manifestantes del desencanto político de los sábados se unen los manifestantes que están hartos de no encontrar buenos empleos.
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El chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna) terminó segundo este jueves en la undécima y penúltima etapa del Dakar, detrás del británico Sam Sunderland (KTM), tras la cual el argentino Kevin Benavides (Honda) se mantiene líder.
Tomado de Marketers by Adlatina
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