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No voté por Jimmy, quien no me emitía ningún grado de confianza, menos, por la nefasta “rosca” que lo rodeaba. Nunca creí que llegaría un personaje sin experiencia, una broma del momento, a ser nuestro “presidente”. Alguien sin plan de trabajo, sin equipo de colaboradores responsables, capaces, honorables. alguien que tuvo que utilizar un partido político muy cuestionado, por la baja calidad de sus integrantes. Alguien que no cumple con el perfil como estadista, líder, para rescatarnos de la miseria a la que nos han acarreado los sinvergüenzas de siempre.
Se llenó la boca con promesas populistas, y le pregunto: ¿las ha cumplido? permitiendo más escoria social como tránsfugas para hacer crecer un partido político sin protagonismo, menos simpatía. Se le olvida que no es la cantidad de pícaros que logre comprar, sino la calidad de buenos funcionarios, quienes harán la diferencia. El rumbo de su gobierno en pocos días ha demostrado estar sin control, sin dirección. que no se le olvide que se votó por usted, en contra de otras “joyitas”.
Ahí están el nombramiento de su ministra de Comunicaciones, contratista del Estado, y con irregularidades de pago con la flamante SAT. Las medicinas vencidas entregadas a algunos hospitales de la red nacional. Su incapacidad para argumentar la razón por la que fue financiado para vivir, en compañía de su familia, en un edificio particular, zona 14. La diferencia en su declaración de patrimonio personal, antes de campaña, y ya como presidente. La “calidad” de algunos de sus cercanos colaboradores, algunos, con dudosa reputación.
En fin, el panorama no es nada prometedor. Sospechamos que la corrupción e injusticias serán el tema de todos los días. Funcionarios públicos inútiles y pícaros, repudiables empresarios pagando por privilegios, y evadiendo sus compromisos tributarios, y líderes sindicales llenándose las bolsas con plata mal habida, extorsionando a quien se deje.
Queda en el pueblo responsable y trabajador ponerle un alto a este cáncer. Hay que empezar por la raíz, y el Congreso es la primera piedra que debemos quitar de nuestro camino, ya que se ha convertido en una cueva de ratas, enemigos del pueblo que los mantiene, y los desprecia.
Si deseamos resultados efectivos, propongo ya no pagar impuestos hasta que logremos que el sistema ya no apeste, y aplicar la pena de muerte a tanto criminal que atenta contra nuestra seguridad, salud, educación. Contra todos esos nuevos y vulgares ricos que han quebrado la piñata, aprovechándose de nuestro sudor y esfuerzo.
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Actualmente existen en el globo 4.6 billones de personas con acceso a internet y 5.1 billones de personas con acceso a un teléfono móvil.
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