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Por si usted no lo sabe, le refiero que todos los proyectos de construcción que se presentan a la Municipalidad de Guatemala están regidos por el Plan de Ordenamiento Territorial –POT– que lo determina desde el 7 de enero de 2009 y que está sujeto a revisiones cada diez años. Los resultados de haber puesto en vigencia ese plan, no en todos los casos ha sido facilitarle al vecino una vida más cómoda, ni a quien construye, trámites menos burocráticos.
Desde la anterior perspectiva, para algunos proyectos, cumplir con los requisitos exigidos se complica tanto, que recibir la autorización final se vuelve una cátedra de sufrimiento burocrático o un galimatías de trámites de los que ninguna institución asume la responsabilidad de dar el “sí” o el “no” en concreto, para que al final tanto dictamen se diluya en una discusión estéril, como lo estamos presenciando durante las últimas semanas, en un caso en el que muchos opinamos, pero que las instituciones obligadas a encaminar las decisiones evaden dar soluciones.
Este es el momento para sugerirle a las autoridades que definen los lineamientos del POT que se den un espacio, reflexionen y reconsideren retomar la autoridad municipal, ya que su flexibilidad o digamos, los resultados de ese plan pueden ya discutirse sin acaloramientos, por la experiencia acumulada en los diez años transcurridos. Nadie puede sugerir que el concepto de “urbanismo”, que guía el crecimiento de cada ciudad, sea estático. Por el contrario, las ciudades reflejan un constante crecimiento en sus trazos y en sus formas. Sin embargo, los impulsores al desarrollo no deberían dejar por un lado someter ese crecimiento a normas básicas, inclaudicables, que no fisuren la búsqueda del bienestar del crecimiento poblacional, menos las demandas de la vida moderna.
Todavía vivimos, en esta ciudad, muchos que extrañamos el enfoque y las huellas definidas que muestran que la ciudad de Guatemala llevaba un rumbo diferente, proyectada y pensada en el Plan Regulador diseñado por el genio de un grupo de ingenieros y arquitectos cuya visión de futuro se emparejaba con su capacidad, su acrisolada honradez y su fidelidad al trazo de las ciudades clásicas de inspiración romana. Guatemala fue una ciudad de un trazo perfecto para el seguimiento de sus calles y numeraciones.
La mayoría de proyectos eran pensados para adquisición de grupos de diferente nivel económico, circunstancia que no permitía el incumplimiento para que en cada colonia, se construyeran parques, centros comerciales, escuelas, aceras anchas etcétera. Las áreas verdes se incluían de antemano. Después de la década de 1970 los criterios urbanísticos hicieron cambios cuyos resultados experimentamos hoy.
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Lado B.
El papa Francisco dice…
Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), los funcionarios pidieron “información sobre proveedores, mecanismos de publicación, operación” y “libros contables”.
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