“Roma”, los Oscar y “el Indio” Fernández
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Un dato poco recordado en medio de esa sobrevaloración fetichista que se le da a los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, es que fue Emilio el Indio Fernández –ironías de la historia, un tótem del cine mexicano– el que sirvió de modelo para la emblemática estatuilla de los Oscar. Cedric Gibbons, fundador de la AMPAS y uno de los hombres más influyentes del negocio, buscaba una figura fuerte y atractiva que pudiera representar el poderío que había alcanzado la industria del cine estadounidense en el mundo. Su esposa, nada menos que la diva mexicana Dolores del Río, le sugirió a Fernández y este al conocerlo quedó encantado. El Indio, cuyo rostro se convertiría con los años en un símbolo inequívoco de la esencia racial mexicana en la gran pantalla, había llegado a Los Ángeles escapado de la cárcel, por haber participado en el levantamiento
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