Sara
Viaje al centro de los libros
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Viaje al centro de los libros
La educación laica contemporánea privó a las nuevas generaciones del gusto literario presente en los relatos de la Biblia. ¿A quién no le emociona escuchar la historia de una ballena que se tragó a un hombre y luego de tres días lo vomitó? O la emoción que dispensa entender que David le ganó la guerra con una honda al gigante Goliath. Las historias del Viejo Testamento son Literatura, que se suma a la fascinación de Las mil y una noches, el Ramayana, o el Popol Vuh. En la actualidad ya no se lee la Biblia con tanta libertad, sino más puntillosamente como fuente de religiosidad y moral, lo que motiva la actual discusión en el Congreso sobre si debe o no ser obligatoria su lectura. Nada obligado es bueno, pero qué sabroso es sumergirse en las historias de la tradición enraizada en los orígenes de la civilización. Los escritores contemporáneos
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