El kaibil y la cabildera

Corrían los finales de 1988, el subteniente Estuardo Ernesto Galdámez Juárez estaba de alta en la Zona Militar Número 22 de Playa Grande, Ixcán, Quiché. Ese día realizaban un patrullaje cuando Galdámez se apartó del pelotón, momentos después voló por los aires, una mina claymore, enterrada por la guerrilla, explotó. Despertó nueve días después en el Hospital Militar, contra la recomendación de su médico pidió regresar a Ixcán, donde permaneció hasta noviembre de 1989 cuando fue trasladado a la Base Mariscal Zavala. “No fue una acción heroica, fue una imprudencia, pero Galdámez es así: irresponsable, no le gustaba seguir las órdenes de sus superiores… era el más bromista, el payaso del pelotón”, recuerda uno de sus compañeros de la promoción 108 de la Escuela Politécnica. Treinta años después, el diputado Galdámez es el candidato presidencial del partido oficial FCN-Nación, aunque su trayectoria como empresario y diputado es la más polémica.