En junio de 2018, testigos observaron a Luis Pedro Chang observando a los agentes de la DEA mientras realizaban la inspección para la incautación del avión demandado. Chang hizo declaraciones a testigos que creía que iba a ser arrestado y huía del área del aeropuerto sin contactar a la DEA o identificarse él mismo como dueño de la aeronave”, se lee en uno de los documentos sobre el decomiso de la avioneta N270BE. El avión fue confiscado por EE. UU. después de que una fuente de la agencia antidrogas de ese país fuera alertado sobre una modificación hecha a la aeronave para poder almacenar más combustible del que normalmente puede utilizar y se sospechaba que la misma sería utilizada para transportar drogas desde Suramérica o Centroamérica hasta Estados Unidos. “El agente especial de la DEA, Ryan Petrasek, fue contactado el 22 de mayo de 2018 o alrededor de esa fecha