El columnista del diario ‘El Universal’, el periodista Salvador García Soto, afirma que tras la detención del general Salvador Cienfuegos, la agencia antidrogas de Estados Unidos tiene en su poder una lista en la que figuran otros militares de alto rango del Ejército mexicano, algunos de ellos fueron parte de la estructura con la que operó el exsecretario de la Defensa Nacional en sus operaciones de narcotráfico y lavado de dinero que favorecían al Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva en Nayarit. 

Fuentes del Gobierno mexicano y de seguridad de EE. UU. afirman que de ese listado surgirán varias órdenes de detención que motivarían posibles arrestos con fines de extradición.

Estos militares habrían brindado protección y apoyo a Juan Francisco Patrón Sánchez, quien dirige el cártel tras la muerte de los hermanos Beltrán Leyva.

La pruebas que incriminarían a este grupo de militares habrían sido obtenidas del teléfono de Cienfuegos. Las conversaciones y mensajes revelarían los sobornos que Cienfuegos recibía por permitir el tráfico de drogas desde Nayarit. 

Para el periodista, las acciones de la DEA desligadas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador son una clara referencia a que “le perdieron totalmente la confianza tras el fallido operativo para detener y extraditar a Ovidio Guzmán, hijo del ‘Chapo’ Guzmán”.

Credibilidad en duda

La captura en Estados Unidos de Cienfuegos, representa una desconfianza al Ejército en toda su estructura, advirtieron expertos. 

Raúl Benítez, del Colectivo de Análisis para la Seguridad con Democracia (Casede), indicó que la detención deja mal parados a los actuales mandos en el interior de las filas militares.

“Hay una hipótesis (dentro del Ejército) que pueda ser cierto que el General sea culpable y se entrometió con grupos criminales para ayudarles; entonces, el General traicionó al país, al Estado, es una amenaza a la seguridad, a su institución y pone en desprestigio a muchos generales que no tienen ninguna responsabilidad”, alertó Benítez durante el Seminario virtual “La DEA y Cienfuegos”, organizado por El Colegio de México.

“(De ser así) que el general Cienfuegos pague las consecuencias y que se haga una gran terapia de reconstrucción de credibilidad y efectividad en las estrategias militares contra el narcotráfico”. 

La otra reacción que existió en el Ejército, reveló Benítez, fue de enojo contra la DEA por una traición a la Sedena, tras años de colaboración e intercambio de información. 

Carlos Pérez Ricart, profesor-investigador en el Departamento de Estudios Internacionales, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), consideró que con la captura del general Cienfuegos, quedó demostrado que las agencias antinarcóticos de EE. UU. pueden tomar decisiones unilaterales aún con el costo diplomático.

“Los mecanismos actuales de cooperación bilateral (México-EE. UU.) están rotos, están completamente rebasados, el Departamento de Justicia prefirió aguantarse 14 meses una orden de captura que pedir un proceso de extradición o pedirle a la Fiscalía que abriera su propia carpeta de investigación”, dijo en el Seminario moderado por Sergio Aguayo.

El especialista indicó que ese escenario era imposible ante la impunidad que prevalece en México.

EN LA RED

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