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Las autoridades francesas lanzaron el lunes una vasta operación policial contra movimientos islamistas tras la decapitación el viernes de un profesor, víctima de una fetua, según el ministro del Interior, por haber mostrado a sus alumnos caricaturas de Mahoma. El objetivo de la operación son «docenas de individuos» que no «necesariamente tienen un vínculo con la investigación» pero a los que el gobierno «obviamente quiere enviar un mensaje». No hay que darles «ni un minuto de respiro a los enemigos de la República», dijo el ministro, Gérald Darmanin, en la radio Europa 1. Según una fuente cercana al caso, se trata de personas fichadas por los servicios de inteligencia por sus prédicas radicales y sus mensajes de odio en las redes sociales. Desde el asesinato de Samuel Paty, que enseñaba historia y geografía en una escuela de secundaria en Conflans Sainte-Honorine, al oeste de París, se han abierto «más de
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