Ladrones acechan a productores de cáñamo
La similitud entre estos cultivos y las plantas de marihuana hace que los delincuentes ingresen a las plantaciones a robar.
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La similitud entre estos cultivos y las plantas de marihuana hace que los delincuentes ingresen a las plantaciones a robar.
Cuando Susan Corbett plantó cáñamo en su parcela en Virginia, Estados Unidos, jamás imaginó que los ladrones se las ingeniarían para entrar a robarle las plantas.
Por eso, dos cámaras vigilan sus cultivos de cáñamo; una planta cuyo aroma es similar al de la marihuana, pero tiene una mínima dosis de THC, el principio psicoactivo del cannabis.
Para quienes osen entrar a su terreno, Corbett colocó carteles que dicen: “Esto no es marihuana”.
“No se qué hacen con eso”, dice sobre las plantas. “No hay THC en ellas”, añade.
El cáñamo tiene demanda por sus semillas, fibra y aceite, que contienen el relajante cannabioide CBD. Pero es verdad que la planta es igual a la de la marihuana, cuyo cultivo es ilegal a nivel federal en Estados Unidos, aunque se permite con distintas restricciones en muchos estados.
En un mercado sobresaturado y con un trabajoso proceso de cultivo, quienes esperan hacer dinero con el cáñamo dicen enfrentar además las sospechas de la Policía, un mandato legal que obliga a quemar cosechas que excedan los límites de THC y el problema de los robos.
No es fácil
El cultivo del cáñamo es uno de los más antiguos del mundo. Estados Unidos lo prohibió en el siglo XX, lo autorizó con fines de investigación en 2014 y lo legalizó en todo el país cuatro años después.
En 46 estados se aprobaron leyes para reglamentar su producción.
El cáñamo contiene CBD, una molécula no psicotrópica que tiene efecto relajante, y que se vende como complemento o mezclado con comidas o bebidas. EL CBD se ha vuelto tan popular que la firma de servicios financieros Canaccord Genuity estima que sus ventas habrán crecido 45 por ciento a US$18 millardos en 2024.
Los productores dicen que la cosecha de cáñamo es muy exigente. Otra peculiaridad es la presencia de THC en la planta. Los cultivadores testean constantemente el cáñamo para asegurarse que no tenga mucho THC pues, de ser así, deberán quemarlo.
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