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Cuarenta y cuatro años después de su muerte, el dictador Francisco Franco fue exhumado de su monumental mausoleo cerca de Madrid para reinhumarlo en un discreto cementerio, una operación que generó un debate político y reavivó viejas heridas sin sanar en España.
Tras un procedimiento de extracción de unas dos horas, el ataúd salió de la basílica excavada en la piedra en el Valle de los Caídos en hombros de ocho miembros de su familia, mostraron imágenes en vivo de la televisión estatal.
Seguidamente, los restos del general que dirigió España con mano de hierro entre 1939 y 1975 tras su victoria en la Guerra Civil (1936-1939) fueron trasladados en un helicóptero militar al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, al norte de Madrid. Ya sin cámaras, fue enterrado en una cripta familiar junto a su esposa, Carmen Polo, luego de una misa.
“Hoy España cumple consigo misma. Con esta decisión se pone fin a una afrenta moral, como es el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público”, se congratuló en una alocución el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
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Oliva es reclamado por un tribunal del estado de Texas (sur) que lo acusa de ser el “contacto” en Guatemala de una una “organización de tráfico de droga” que opera desde Sudamérica hacia Estados Unidos, según el informe del MP.
Al momento se reportan 27 personas infectadas con el nuevo coronavirus y más de cien adultos mayores en cuarentena.
La situación es alarmante en el país porque el proceso de inoculación está estancado y no se sabe cuándo llegarán las 428 mil vacunas donadas bajo el mecanismo Covax.
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