Indígenas de Ecuador piden a Moreno destitución de dos ministros
Al inicio de las conversaciones, el mandatario hizo un llamado para establecer comisiones de trabajo de las que salgan acuerdos que posibiliten devolver la paz social al país.
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Al inicio de las conversaciones, el mandatario hizo un llamado para establecer comisiones de trabajo de las que salgan acuerdos que posibiliten devolver la paz social al país.
Los indígenas de Ecuador solicitaron este domingo al presidente Lenín Moreno la “inmediata” destitución de los ministros de Gobierno y de Defensa por la “violencia desmedida” durante protestas sociales, que dejan siete muertos y 1.340 heridos.
“Como un gesto de paz social al país, pedimos señor presidente (…) su inmediata separación de estos dos ministros”, dijo el titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, en un diálogo que sostienen en Quito y que es transmitido en vivo por televisión.
El líder indígena responsabilizó a los ministros de Defensa, Oswaldo Jarrín, y de Gobierno (Interior), María Paula Romo, de la “violencia desmedida contra el pueblo y el terrorismo de estado” durante las protestas sociales que estallaron hace 12 días a raíz de la eliminación de subsidios a combustibles.
El movimiento indígena y el gobierno de Ecuador abren este domingo el diálogo para solucionar la violenta crisis que estalló hace 12 días a causa de los ajustes económicos acordados con el FMI. https://t.co/s9enL3IHcy
— elPeriódico (@el_Periodico) October 13, 2019
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Las manifestaciones contra esa medida presidencial, que desató alzas de hasta 123%, dejan siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos según la Defensoría del Pueblo.
Vargas manifestó ante Moreno que “ha habido una convulsión social y el irrespeto a los derechos humanos”.
Agregó que “aquí sus ministros no midieron, nunca analizaron, para tomar decisiones” ante las manifestaciones encabezadas por los aborígenes, que desde el interior del país se movilizaron hacia Quito durante esta semana.
Ante el descontento expresado en las calles, el gobierno decretó el estado de excepción el 3 de octubre para que las Fuerzas Armadas intenten restablecer el orden.
Tras violentos disturbios del sábado en la capital ecuatoriana, Moreno también ordenó el mismo día el toque de queda y la militarización de la convulsionada ciudad.
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Bicicletas iluminadas suspendidas en los balcones, en lo alto de algunas paredes o adornando el escaparate de una tienda: ciudadanos de Eslovenia decidieron aplaudir con originalidad a sus ciclistas, que han iluminado con sus éxitos un duro año 2020.
Lo han ganado todo o casi: Tadej Pogacar, el increíble vencedor del Tour de Francia, y su compatriota Primoz Roglic, segundo en la ‘Grande Boucle’ y campeón de la Vuelta a España y la Lieja-Bastoña-Lieja.
Fue en la pequeña región de Karst y Brkini (oeste), de fuerte tradición ciclista, a unos 80 kilómetros de la capital Liubliana, donde nació la idea.
“Queríamos homenajear los resultados de nuestros corredores y aportar una nota positiva en la crisis actual”, explicó a la AFP Tina Jancigaj Avsec, una de las organizadoras de la acción.
Eslovenia, pequeño país de la Unión Europea de dos millones de habitantes, se ha visto duramente golpeada por la segunda ola de la pandemia del covid-19 y estas atípicas decoraciones de Año Nuevo suponen un bálsamo en los corazones de sus habitantes, bajo fuertes restricciones desde hace muchas semanas.
Mientras recorren los pueblos, ahora se divierten descubriendo las instalaciones y enviando sus fotografías a los iniciadores del reto, que han prometido premios para los diez mejores.
Antiguas bicicletas sacadas del garaje o máquinas de competición, bicicletas de niño e incluso ruedas de carruajes de otros tiempos, adornadas con luces, aparecen por las curvas de los caminos, en los jardines, plazas públicas o en las fachadas de las casas.
Las ruedas “simbolizan la acción, el movimiento al futuro” y un año 2021 que todos esperan más feliz, señala Jancigaj Avsec. Es el momento de “promover el turismo en nuestra región y de no caer en la depresión del coronavirus”.
Aunque ella niega cualquier connotación política, protestantes antigubernamentales las han convertido en un símbolo de “resistencia”, según la expresión del semanario de izquierdas Mladina.
Algunos han publicado en las redes sociales fotografías de estas bicicletas decoradas, haciendo referencia a las manifestaciones ciclistas organizadas en los últimos meses en las grandes ciudades del país para protestar contra la gestión de la crisis sanitaria.
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