En el año fiscal 2019, cerrado en septiembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a 977.509 personas intentando ingresar a territorio estadounidense por el límite sur. La última vez que rondó el millón de detenciones fue en 2006. Este incremento se produjo en medio de los esfuerzos del presidente Donald Trump por detener la inmigración ilegal, que recién comenzaron a mostrar resultados en los últimos cuatro meses, cuando las detenciones iniciaron su descenso. El jefe interino del CBP, Mark Morgan, dijo en rueda de prensa en la Casa Blanca que el número de emigrantes arrestados cayó a poco más de 52.000 en septiembre, la cifra mensual más baja en un año. Esto supone «una caída de cerca de 65% desde el pico de mayo de 144.000», dijo Morgan. Esta cifra récord, la más alta en 13 años, se debió principalmente a llegada de emigrantes centroamericanos en grupos