Cincuenta años después de que tres astronautas estadounidenses despegaron de Florida hacia la Luna, un veterano del Apolo 11 regresó el martes a la legendaria plataforma de lanzamiento para conmemorar «un salto gigante» que se convirtió en un momento histórico de la humanidad. «Nosotros, la tripulación, sentimos el peso del mundo en nuestros hombros, sabíamos que todos nos estarían mirando, amigos o enemigos», dijo el piloto del módulo de comando Michael Collins desde el Centro Espacial Kennedy. Buzz Aldrin y Michael Collins son los únicos dos tripulantes que sobreviven del Apolo 11 que aterrizó en la superficie de la Luna, en una misión que cambiaría la forma en que la humanidad concibe su lugar en el Universo. Su comandante y el primer hombre que pisó la Luna, Neil Armstrong, falleció en 2012. Su nave espacial tardó cuatro días en llegar a la Luna antes de que el módulo lunar, conocido