El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció este jueves que estará al sábado en la fronteriza Tijuana para «defender la dignidad» del país, mientras la Casa Blanca insiste en que México no hace lo suficiente para frenar la migración ilegal por lo que aumenta la probabilidad de imponer aranceles. López Obrador se plantará en la más transitada frontera hacia Estados Unidos dos días antes de que el presidente estadounidense Donald Trump, si concreta su amago, dé el banderazo a aranceles iniciales de 5 por ciento a todas las exportaciones mexicanas, a menos de que México actúe para detener el creciente flujo de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos. «Es un acto de unidad para defender la dignidad de México y en favor de la amistad con el pueblo de Estados Unidos», dijo el presidente en su habitual conferencia de prensa matutina y momentos antes de que autoridades mexicanas y estadounidenses