El papa Francisco partió este miércoles de Roma rumbo a Panamá, donde lo esperan unos 200 mil jóvenes católicos, en medio de la mayor ola migratoria en América Latina, forzada por la violencia y las crisis políticas y económicas. El pontífice hará un paréntesis en el torrente de escándalos de abusos sexuales que sacuden la Iglesia católica, para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Antes de subir a bordo del avión, el pontífice argentino de 82 años se reunió con ocho jóvenes refugiados. «Es el miedo lo que nos vuelve locos», comentó Francisco, respondiendo a un periodista que calificó de «locura» la promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México. Miles de peregrinos, cubiertos de banderas, invadieron Ciudad de Panamá. «Quisiéramos (…) que hubieran más fronteras de amor, de paz, de amistad. El papa Francisco» quiere «que, en lugar