El acuerdo de Brexit negociado por la primera ministra británica, Theresa May, se encaminaba este martes a una histórica derrota en un Parlamento tan ampliamente hostil que la única incógnita parece versar sobre qué ocurrirá tras su rechazo. «El gobierno está al servicio del pueblo y May cree fervientemente que debemos cumplir con el resultado del referéndum de 2016», en que 52 por ciento de votantes se pronunció a favor del Brexit, dijo el portavoz de Downing Street a pocas horas del voto crucial. Este debe empezar a las 19h00 (locales y GMT) con el examen de cuatro enmiendas presentadas por los diputados, antes de la votación, previsiblemente una hora más tarde, del documento de 585 páginas fruto de 17 meses de difíciles negociaciones con Bruselas. «No, no es perfecto. Y sí, es una fórmula de concertación», había admitido la jefa de gobierno conservadora el lunes, al tiempo que llamaba