España se ofreció este lunes a acoger al «Aquarius», el barco de una oenegé que navega por el Mediterráneo con 629 migrantes, para evitar «una catástrofe humanitaria» después de que Italia y Malta se lanzasen en un pulso negándose a abrirle sus puertos. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, «ha dado instrucciones para que España cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias» y «acogerá en un puerto español al barco ‘Aquarius'», anunció Madrid. «Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria», indicó, precisando que Valencia es el lugar designado para la llegada del «Aquarius», que todavía no anunció si acepta navegar hasta España, a 1.300 km, es decir una singladura de unos cuatro días. Fletado por la oenegé francesa SOS Méditerranée, el «Aquarius» rescató el sábado frente a las costas de Libia a 629 migrantes, entre ellos siete mujeres embarazadas, 11 niños pequeños y 123 menores solos,