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AFP/DPA –Estados Unidos aumentó ayer las presiones sobre el Gobierno de Venezuela al anunciar un nuevo paquete de sanciones a funcionarios oficiales, en momentos en que el default de la economía venezolana parece una cuestión de tiempo. Las medidas, anunciadas por el Departamento del Tesoro, suponen la congelación de todos los activos que tengan en Estados Unidos y la prohibición a todo estadounidense de hacer transacciones con ellos. El Departamento del Tesoro relaciona esta nueva ronda de castigo con las elecciones regionales del 15 de octubre en Venezuela. “Estuvieron marcadas por numerosas irregularidades que sugieren firmemente que el fraude ayudó al partido que gobierna a ganar inesperadamente una mayoría de gobernadores”, indicó en un comunicado. Estados Unidos adoptó este año un paquete de sanciones a altos funcionarios venezolanos. La medida de efecto más devastador fue adoptada el 25 de agosto, cuando mediante un decreto firmado por el presidente Donald Trump
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