Es una nueva prueba para la candidatura del multimillonario Trump, cuya posición en los sondeos de opinión ha subido pese a una serie de comentarios que normalmente hubieran hundido a un político tradicional. El gobernador republicano de Louisiana, Bobby Jindal, dijo que Trump es un «lunático», mientras que la demócrata Hillary Rodham Clinton dijo que Trump «parece disfrutar al insultar a mujeres cada vez que puede». El exgobernador de Florida Jeb Bush calificó las recientes declaraciones de Trump como ridículas e inapropiadas. Y Fiorina, el blanco del último insulto de Trump, dijo ella estaba enervándolo. De cierta forma, el jueves no fue diferente de otros días en una imprevisible campaña presidencial para el 2016, una contienda confusa en la que Trump ha emergido como una figura dominante y polarizadora. Pero el día marcó además una escalada en las críticas por detractores de Trump en ambos partidos, que parecen multiplicarse. La