Como cada año, la mayoría del centenar de habitantes de Santa Rosa participaba el miércoles en el inicio de las fiestas del Santo Padre Jesús en el cercano municipio de Mazapil cuando un camión con toneladas de arena se estrelló contra la multitud, aparentemente por haberse quedado sin frenos. Sentados en su humilde vivienda de Santa Rosa, Esperanza Serrano y su esposo hacen, angustiados, un espeluznante recuento de sus vecinos muertos o heridos en el accidente. «Aquí todos somos unidos, este es un golpe terrible para la comunidad», cuenta a la AFP Esperanza, que no ha podido dormir ni comer por el recuerdo del accidente al que sobrevivieron tanto ella como su marido y su hija de 16 años. «Íbamos adelante de la procesión y vimos cómo el camión golpeó a vehículos y luego mucha polvareda. Corrí de vuelta y mi hija estaba en el suelo llena