El túnel, de 1.5 kilómetros de extensión y que conectaba la celda del capo con una vivienda afuera del penal, permitió a Guzmán conseguir lo que las autoridades mexicanas prometieron que no pasaría cuando lo recapturaron hace poco más de un año: escapar por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad. El presidente Enrique Peña Nieto, quien después de su recaptura en 2014 dijo que sería «imperdonable» que se les volviera a escapar, calificó el domingo la fuga como una «afrenta» y ordenó investigar posibles complicidades de funcionarios federales que custodian la cárcel. En un mensaje desde París, donde llegó para una visita de Estado por Francia, Peña Nieto confió que las instituciones de seguridad puedan ubicar y volver a detener al hombre considerado el líder del cártel de Sinaloa. El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo el domingo que al túnel se ingresaba a través