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> Con su particular apariencia de muñeca de la mafia tropical, Gabriela María Aparicio Urízar se desempeñó, sin ningún tipo de estudios o experiencia diplomática, salvo su predisposición para las fiestas, los excesos y los negocios sucios, como cónsul de Guatemala en Miami durante el gobierno del Partido Patriota, gracias a los fuertes lazos de amistad que unían a su madre, Vivi Urízar, con Roxana Baldetti. Es más, Gaby –como le llaman familiarmente– es ahijada de la exvicepresidenta, presa ahora por delitos ligados a la corrupción. Durante su desempeño en el consulado, Gaby se hizo célebre no solo por su…
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