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Este 2020 había pintado demasiado bien para Juan Carlos Godínez, capo del temible, peligroso y poderoso grupo de abogados conocido como “La Cofradía de Mixco”, con representación hasta en el propio Consejo Superior Universitario, hasta que la semana pasada su nombre apareció en el informe de la FECI Comisiones Paralelas, señalado como uno de los principales operadores, entre otras chorchas, junto a Gustavo el Narco Tren Parado Herrera, estafador de más de Q300 millones al IGSS y que está prófugo en Nicaragua, protegido a un alto costo mensual por el cleptodictador y genocida Daniel Ortega. Mientras, en Guatemala mueven los hilos del poder, uno de sus hermanos y su hijo. Pero más preocupado que su ascenso mediático a la galería de los truhanes de colección, lo tiene el hecho de que la institución que él representa en un caso de fraude por devolución fiscal y lavado de dinero (La Línea
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