¿Qué se trabajó para fortalecer la cultura de emprendimiento en Chile?
– Existe una política de emprendimiento que ha crecido año con año; y que tiene diferentes líneas de apoyo. Una de ellas es Start-Up Chile, un programa que selecciona proyectos con alto potencial que pueden tener un impacto para el país. Start-Up Chile en su etapa inicial puso de moda el emprendimiento, pero fue más allá. Ayudó al chileno a identificar mejor los problemas globales que antes ni visualizaba. En Chile esa etapa de cambio cultural ya pasó y ahora lo que se busca es lograr un alto impacto económico y diversificar la matriz económica.
¿Cómo alcanzaron esos resultados?
– Los recursos limitados te hacen más ingenioso. Nos hemos acomodado al presupuesto de unos US$11 millones, que nos asignan para cumplir nuestra función. Son cerca de 250 proyectos anuales que se apoyan desde tres tipos de programa.
¿Qué gana Start-Up Chile?
– El beneficio social en Chile. La selección de los proyectos se hace en base a que sean startups globales; de base tecnológica; y que operen desde Chile para escalar al mundo. Eso nos genera una externalidad positiva y un impacto económico interno.
¿De dónde salen los fondos para el financiamiento?
– Mucho de los incentivos económicos al emprendedor –incluido Start-Up Chile– se financian con un impuesto especial a la minería que se llama “royalty minero”. Es de una regalía de donde se financian los proyectos innovadores de Chile.
¿Se puede implementar un programa Start-Up en Guatemala?
– El emprendedor guatemalteco tiene algo que lo diferencia del resto de sus vecinos: tiene afán y ganas.
Eso en Chile lo apalancamos con dinero y experiencia técnica. Pero me dicen que eso no existe en Guatemala. No lo ven, pero nosotros vemos en ustedes muchos “pro” que no tenemos.
¿A qué se refiere?
– Yo diría que su ubicación geográfica es una cosa muy importante. Si Chile lo tuviera le sacaría mucho partido.
¿Qué es Start-Up Chile?
Es una aceleradora propiedad del Estado de Chile, que financia proyectos con fondos públicos para fomentar el ecosistema de emprendimiento, atrayendo a emprendedores de todo el mundo. Las startups apoyadas han generado hasta abril unos US$380 millones, más de nueve veces la inversión que hizo la Corporación de Fomento de la Producción a la que pertenece Start-Up Chile.