El novelista trascendente
El olvido, que todo destruye, ha enterrado los nombres, vamos a ver, de Sully Proudhomme, o de Rudolf Christoph Eucken, Gerhart Hauptmann, Henrik Pontoppidan, que ganaron el Nobel en su día y hoy no nos dicen nada.
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El olvido, que todo destruye, ha enterrado los nombres, vamos a ver, de Sully Proudhomme, o de Rudolf Christoph Eucken, Gerhart Hauptmann, Henrik Pontoppidan, que ganaron el Nobel en su día y hoy no nos dicen nada.
Mario Vargas Llosa entrará en la Academia Francesa el próximo 9 de febrero, algo extraordinario para un escritor que no es nativo de esa lengua, y esta es una noticia que se pierde entra la vocinglería chabacana, que busca arrastrarlo de los pies hasta el frívolo barrial de las revistas del corazón; arrastrarlo desde las alturas de la biblioteca La Pléyade, ese Olimpo literario donde está Borges, y están también Proust, Joyce, y Kafka, y Tolstoi, que no cupieron en los parámetros a veces justos, pero también a veces burocráticos, geográficos, o de conveniencia política, del premio Nobel.De todas maneras,…
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