El innecesario estado de indignación
Sin pelos en la pluma, es redundante el alboroto, inclusive el diplomático, este drama hecatomboide, es innecesario, es eviterno.
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Sin pelos en la pluma, es redundante el alboroto, inclusive el diplomático, este drama hecatomboide, es innecesario, es eviterno.
El revuelo internacional que ha causado el posible encausamiento y persecución penal del ex comisionado de la extinta CICIG, pareciera ser el hecatombe de la indignación. El saudade que anida en los corazones de sus admiradores de conveniencia, de el país del norte, de las naciones unidas, del mismísimo presidente del amigo país colombiano; casi dan ganas de llorar. Todos unidos para protegerlo ante esa eventualidad. Pero no hay indignación ante la ilegalidad que él y los exfuncionarios del Ministerio Público avalaron al condonarle una deuda a la super constructora de una bicoca de más de 300 millones de dólares,…
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