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El caluroso y soleado 21 de marzo de 1524, en las afueras de Q´uma´rkaj (hoy Santa Cruz Quiché), son quemados vivos, los reyes Quiches Oxib-Quej y Belejeb-Tzi, por orden de Pedro de Alvarado, quien había llegado a la ciudad, invitado por ambos reyes, con el propósito de asesinarlo. Aconteció todo esto, un Lunes Santo; Tonatiuh, como hombre de fe que era y buen católico, ordenó descansar el viernes santo, sabía que era día de guardar. El olor de la carne quemada convertido en el incienso de la conquista. La hedentina a carne quemada, no impidió que el ejército de “El Dios Sol” compuesto por unos 250 españoles y unos 6000 yanaconas mexicanos(indios tlaxcaltecas, cholultecas y quauhquechollans, oprimidos por los aztecas y al servicio del conquistador español) procediera a quemar la ciudad que los indios mexicanos ya habían bautizado en náhuatl como Utatlán (lugar de bambú) y a violar, con vigor
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