Publicidad
En el complejo mundo de las relaciones internacionales, disminuido hoy en día por la mediocridad imperial de algunos de sus jugadores estrella, el presidente Giammattei es un jugador menor, pero sin duda, siempre de grata recordación. Hundido en el sótano de la memoria colectiva, pocos se recuerdan, cuando hace más de una década, el actual Presidente fue expulsado de la Embajada de Honduras en nuestro país, lugar donde este consumado histrión citadino, debidamente entacuchado, se había refugiado, solicitando asilo político. Adujo en su momento, amenazas de muerte, provenientes, según sus propias declaraciones, de poderosos desconocidos que lo acusaban, sin prueba…
Publicidad
Publicidad