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Confieso que me inquieté mucho cuando oí que Javier Cercas iba a escribir una novela policial. ¿Quién le mandaba a uno de los mejores escritores de nuestra lengua, después de haber escrito esas obras maestras que son, entre otros libros suyos, Soldados de Salamina, Anatomía de un instante y El impostor, escribir una de esas novelitas que tienen más de adivinanza y cálculo que de literatura? Pero después de haber leído los tres volúmenes de su última novela, y, sobre todo, el último, El castillo de Barbazul, no tengo nada que objetar: el “autor” del crimen figura allí igual que…
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