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“Me contaste que tenías resaca, que habías tomado mucha cerveza la noche anterior, y yo remedé aquella cita que le refieren a Miguel Ángel Asturias: En Guatemala solo borracho se puede vivir. Me comentaste que te cuesta mucho levantarte cada mañana”. Javier Payeras (Todos tus muertos) “Hasta ver a Dios”, brindamos en Guatemala, como si el guaro llevara al encuentro con lo divino. En cambio puede conducir al infierno, para decirlo simbólicamente. La ingesta de licor en el país es enorme desde hace siglos. Las ferias de pueblo son ríos de aguardiente, uno que otro tiro y uno que otro muerto. Un pueblo que se emborracha para escapar de las pesadillas cotidianas. El alcohólico niega su alcoholismo con la afirmación autoengañosa de “está bajo control” o que sucede “solo los viernes”. El alcohol mitiga, pero no cura nada y al final puede destruirlo todo. No se trata de moralinas sino
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