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Represión y migración son caras de la misma moneda, acuñada tempranamente con la intervención de Estados Unidos en 1954. Arranque histórico de una relación asimétrica de dependencia que produjo un país cuya viabilidad está ahora en juego, con un Estado fallido cooptado por la corrupción y las grandes contradicciones entre riqueza y pobreza. Oposición entre justicia e impunidad. Y la ecuación imposible de dependencia y soberanía. Un país que exporta ciudadanos no puede hablar de soberanía. Hoy se sabe más del involucramiento secreto e ilegal de la CIA en la intervención del 54, gracias a la desclasificación de los archivos…
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