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Los grandes generales jamás pelean solos las batallas, sino que se acompañan de oficiales experimentados que se hacen fiar de sus líderes, se conocen y entienden bien entre sí, y saben guardar la disciplina de toda su tropa. Soldados recios y valientes que conocen su oficio, por el que están dispuestos a grandes sacrificios, porque tienen el reconocimiento de sus superiores, el apoyo de sus compañeros, la lealtad de sus subordinados y la suficiente fuerza de voluntad personal para encarar con valentía al adversario. Me valgo de esta metáfora militar, porque los líderes inspiradores no se encuentran a la vuelta…
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