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En la década de los años veinte, un dramaturgo italiano de nombre Luigi Pirandello presentó una obra de teatro que causó gran sensación por su argumento y su formato. Se trataba de una representación en la que seis personas, todas ellas “personajes” de una obra de teatro aún sin título, texto o autor, buscan desesperadamente a un escritor que quiera incluirlos en el libreto de una obra para que así ellos puedan finalmente representar su historia. Es decir, la trama y los personajes estaban listos, pero no tenían al autor que los pusiera en una obra de teatro para ser…
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