Jugar baloncesto para vencer la adversidad
Cada semana, por unas horas, un grupo de baloncestistas convierte los vestigios de una iglesia antigua en un lugar en el que las personas con discapacidad pueden hacer deporte. Esta es su historia.
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Cada semana, por unas horas, un grupo de baloncestistas convierte los vestigios de una iglesia antigua en un lugar en el que las personas con discapacidad pueden hacer deporte. Esta es su historia.
Las sillas de ruedas para practicar baloncesto son fabricadas por los mismos deportistas con el apoyo de la Asociación Transiciones. (foto: Elperiódico > José Miguel Lam Todos los viernes, a las 14 horas, las ruinas de Candelaria en La Antigua Guatemala se convierten en el escenario en el que Juan Buch y otros 12 hombres hacen posible un sueño. En lo que alguna vez fue el atrio de la iglesia, destruida por una serie de terremotos en el siglo XVIII, una cancha de baloncesto permite a personas en sillas de ruedas practicar ese deporte. Esas tardes, enmarcadas en el paisaje…
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