Tras una década de extrema violencia que provocó una colosal tragedia humanitaria, convirtiendo a la guerra de Siria en uno de los conflictos más terribles del principio de este siglo, los combates han bajado de intensidad, pero las heridas siguen abiertas y la paz no se atisba. Y sin embargo, en 2011 el régimen de Bashar al Asad parecía desmoronarse, arrastrado por la ola de la Primavera Árabe que acabó con dictaduras árabes en el poder desde hacía décadas. Diez años más tarde y tras una victoria pírrica, Asad, de 55 años, sigue en el poder, aunque al frente de…