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NUEVA YORK – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha propuesto un plan de rescate por 1.9 billones de dólares para ayudar a la economía estadounidense a recuperarse de la pandemia. Muchos republicanos se oponen, entregados de pronto a la religión fiscal que abandonan de inmediato cuando su partido controla la Casa Blanca. Las enormes rebajas de impuestos que el Partido Republicano concedió a multimillonarios y corporaciones en 2017 provocaron el mayor déficit fiscal del que se tenga registro en Estados Unidos, fuera de recesiones profundas o guerras. Pero la promesa de inversiones y crecimiento jamás se materializó. En cambio, el plan de gasto propuesto por Biden se necesita con urgencia. Datos publicados hace poco muestran una desaceleración de la recuperación estadounidense, en términos de PIB y de empleo. Hay abundancia de pruebas de que el paquete de recuperación proveerá un estímulo enorme a la economía, y que el
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