Siempre que empieza un año se marca un nuevo ciclo que va más allá de la cronología. Es tiempo de optimismo, metas y buscar caminos para aprovechar ese impulso renovador. Después de un año tan peculiar como fue el 2020, creo que todos queremos que nos invada un aire de cambio que transforme lo vivido en aprendizaje y convierta la amenaza en oportunidad. 

Guatemala tiene grandes desafíos y lamentablemente pocos creen que la realidad del país puede ser otra. Soy consciente que los cambios de fondo requieren trabajo y tiempo para enfrentar nuestra realidad. Pero, también soy testigo de cuánto podemos lograr los chapines cuando nos unimos. El 2015 es una muestra de que cuando dejamos de lado nuestras diferencias podemos ser más fuertes que el mal que quiere destruir el país. 

Tenemos un Estado débil, pero unidos podemos hacerlo más fuerte.

La imagen de un engranaje es perfecta para ilustrar que el país necesita que todas las piezas funcionen, y lo hagan con precisión y fuerza. 

La clase política, el sector privado y la ciudadanía tienen un lugar importante en echar a andar el país. Del trabajo de todos y de la suma de esfuerzos depende que el cambio en Guatemala se acelere, se detenga o retroceda. 

Necesitamos un Gobierno que genere políticas públicas y abra espacios para sumar esfuerzos, el país necesita caminar hacia adelante. Necesitamos un Congreso que legisle y responda a sus electores, dejando por un lado intereses particulares. Necesitamos un sector privado que atraiga más inversión y genere empleo, Guatemala tiene muchas oportunidades. Necesitamos que la ciudadanía se mantenga activa y genere un contrapeso pero sobre todo que proponga soluciones a los problemas que tenemos. 

Sabemos qué es lo que queremos, lo que necesitamos como nación y conocemos gran parte del camino. ¿Por qué entonces no nos unimos y aceleramos los engranajes del motor para el desarrollo? 

¿Y si nos proponemos que la primera meta como país sea que busquemos tener la próxima Corte de Constitucionalidad con Magistrados capaces, idóneos y honorables? Guatemala tiene gente de excelencia para asumir estos cargos, es imperativo que cada una de las instituciones que designan magistrados de la CC, no permitan que estos espacios sean tomados por personas con agendas ideológicas o con dudosa trayectoria, sino por aquellos que van a velar por el respeto y cumplimiento a nuestra Constitución Política sin extralimitarse de sus funciones. 

Hay tantas causas que requieren atención y que pueden ser ese impulso que necesita toda gran revolución: educación, empleo, seguridad, salud, infraestructura, la lucha contra la desnutrición, transparencia… ¿Por qué simplemente no nos unimos y en lugar de pisotearnos impulsamos la bandera de la unidad?

¡Es hora de mover al país! los discursos, posts, tuits, etcétera, deben transformarse en acciones que hagan que el engranaje se mueva en dirección de cambio.

Sociedad de Plumas es una red de colaboradores comprometidos con promover en las páginas editoriales el balance, el contraste y la propuesta constructiva.