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NUEVA YORK – La peor decisión de política exterior que tomó Estados Unidos en la última generación (y tal vez más) fue la “guerra electiva” que inició en Irak en 2003 con el propósito declarado de eliminar armas de destrucción masiva que en realidad no existían. Comprender la irracionalidad detrás de esa decisión desastrosa es más importante que nunca, porque hoy se la está usando para justificar una política estadounidense igualmente errada. La decisión de invadir Irak siguió la irracionalidad del entonces vicepresidente de los Estados Unidos, Richard Cheney, que declaró que aunque el riesgo de que tales armas cayeran en manos de terroristas fuera minúsculo (digamos, uno por ciento) debíamos actuar como si esa posibilidad fuera indudable. Esa forma de pensar llevará a decisiones erróneas la mayoría de las veces. Pero Estados Unidos y algunos de sus aliados ahora están aplicando la Doctrina Cheney contra la tecnología china. El
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