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Ilustración jorge Antonio de león > El periódico El 2015 marcó un punto de inflexión en la historia de Guatemala en el que los ciudadanos condenaron enérgicamente la corrupción de algunos de los más altos funcionarios. La ciudadanía exigía cambios y fue por esto que se priorizó –aunque de forma apresurada y desordenada– la reforma del Estado. Hoy, la efervescencia con la que se exigieron esos cambios ha disminuido y la ventana de oportunidad (que es difícil que se repita en los próximos 20 años) para realizar reformas transformadoras pareciera cerrarse. En el marco de este cambio de Guatemala, la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) resulta ser necesaria y urgente para combatir la corrupción. La Comisión de Asuntos Electorales (CAE) del Congreso de la República tiene en sus manos la oportunidad para presentar una nueva propuesta que cambie por completo el sistema político
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