El artista de la Pediatría

La bondad y esperanza fueron dos regalos que recibió Danni esta Navidad. El pequeño se encuentra internado en el Hospital Infantil de Infectología debido a una tuberculosis vertebral conocida como Mal de Pott. Gracias a los donativos, la deformación que sufre su columna vertebral será operada en los próximos días. La sonrisa de Danni resplandece mientras la mirada de su mamá se llena de lágrimas para agradecer a cada una de las personas que ayudaron a mejorar la salud de su hijo.
Los hermanos estudiosos

Ingris y Fredy podrán seguir asistiendo a la escuela en la búsqueda de una profesión este año. Con los aportes recibidos Fredy podrá andar en bicicleta para ayudar a sus padres. A Ingris se le facilitará ir a estudiar ahora que podrá comprar una prótesis adecuada para su pierna. Los hermanos tendrán una mejor oportunidad para enfrentar sus enfermedades: el cáncer de hueso de Ingris y la leucemia de Fredy, mientras su madre lucha por sacar adelante a sus cinco hijos y darles una mejor vida.
El guerrero incansable

En la familia de Adrián la esperanza se ha hecho más fuerte. Gracias al aporte de los lectores, el pequeño que lucha incansablemente contra una enfermedad desconocida podrá ser sometido a la prueba genética que necesita para poder esclarecer un poco más la rara enfermedad que padece y que hace necesarias constantes transfusiones de sangre. En las próximas semanas una muestra de sangre será enviada al extranjero para su análisis. Es una luz para Adrián en su camino hacia una mejor calidad de vida.
La estrella de Cindy

Ahora que doña Paula, la madre de Cindy, cuenta con un ingreso extra recaudado por los lectores podrá reacondicionar su vivienda para que su hija viva en un mejor entorno y haya menos posibilidades de que se infecte o se enferme. Además, tendrá dinero para el bus que las lleva cada quince días al chequeo médico desde Izabal hasta la capital en la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica para saber cómo avanza la recuperación de Cindy por la Leucemia que sufrió.
La mirada de Jonathan

Cuando Mariela, la madre, vuelve del trabajo, se deshace en besos y abrazos al ver a Jonathan. El pequeño crece un poco más todos los días y llevarlo de un lado a otro es una tarea más difícil todos los días, su espalda se resiente cada vez más. Pero gracias a la ayuda de los lectores, Mariela ahora tiene un carruaje donde puede llevarlo más fácil. El dinero aportado será un enorme respiro para su bolsillo, desde ahora y por los próximos dos años, tendrá un aporte mensual que le ayudará a solventar las emergencias médicas de su bebé.