Clic en la imagen para ampliar La anécdota la cuenta él mismo. Si le preguntan cómo llegó a ser vicepresidente de Guatemala y se le pidiera responder con una anécdota lo más concisa posible, bien podría argumentar “Porque Álvaro me llamó para que operara a su amigo”. Por supuesto, Rafael Espada (vicepresidente 2008-2011) tenía méritos anteriores a esta cirugía, después de ella también sucedieron muchos eventos más que definieron su candidatura. Pero reducir historias como esta al mínimo, como si se aislara una partícula de su entorno para estudiarla, ayuda a encontrar un patrón que explica el universo que gira en torno al cargo vicepresidencial. El paciente era Gustavo Espina, coincidentemente, también vicepresidente en 1991en binomio con Jorge Serrano Elías. Hasta esa llamada el médico no conocía a Álvaro Colom, el capital político más fuerte de Espada lo tenía principalmente en Estados Unidos cuando, entre la década de