Su equipo iba ganando 1 a 0 en Madrid cuando se llegó al minuto 90 del partido de vuelta. En la ida, el City se había impuesto 4-3, por lo que su situación era muy favorable y todo el mundo parecía dar por hecho el pase de los ingleses a la final. Pero entonces apareció el brasileño Rodrygo, firmó un doblete en el descuento final para el Real Madrid y forzó la prórroga. En ella, un penal transformado por Karim Benzema supuso el 3-1 definitivo y el adiós del City de Guardiola, que no podrá medirse al Liverpool en la gran final del 28 de mayo en París. «No hemos hablado. No hay palabras que puedan ayudar ante lo que sentimos», explicó el técnico catalán este viernes, a dos días de medirse al Newcastle en la 36ª jornada de la Premier League inglesa, donde el City es líder con un